Lasaña de carne a la boloñesa
Hoy os traemos una verdadera receta italiana, nos gusta Italia y sus recetas de cocina, entre ellas esta maravillosa lasaña de carne a la boloñesa. Esta receta es perfecta para una comida donde tengamos muchos comensales. Si, ya sabemos que lleva su tiempo elaborarla, pero en esta receta os daremos un paso con el que acortaría mucho el tiempo. Podréis disfrutar de este plato sin dejar de disfrutar de la compañía de vuestros invitados. Una receta de cocina que suele gustar tanto a adultos como a pequeños, nos dejará en un buen lugar ante nuestros comensales ya que a todo el mundo le gustara. Estamos seguros que mucha gente suele comprar esta receta precocinada y no os podéis ni imaginar cómo cambia comerse un buen plato de lasaña de carne casera, donde la lasaña comprada es una gran masa de bechamel y algo que parece carne en su interior, esta receta os permitirá disfrutar del gran sabor que le otorga todos los ingredientes que lleva. Os retamos a que hagáis la prueba, poned un plato con el precocinado y la elaborada en casa y nos dejáis un comentario en la entrada de cuales son las impresiones que habéis sacado. Estamos deseando recibir vuestros comentarios con las impresiones, sin mas y a la espera de ellos, solo nos queda desearos #buenprovecho.
Ingredientes
Preparación
Picamos finamente las verduras, cogemos una sartén y añadimos un chorrito de aceite de oliva. Añadimos la berenjena y una pizca de sal, sofreímos durante 1 minuto a fuego medio y vamos incorporando la zanahoria y el resto de verduras. En el momento que todas las verduras estén incorporadas, salpimentamos y sofreímos hasta que la zanahoria este tierna. Retiramos en una fuente y reservamos, en la misma sartén doramos la carne, cuando la carne ya haya perdido el color rojizo, salpimentamos, y regamos con el vino. Dejamos evaporar el alcohol del vino e incorporamos las verduras reservadas, mezclamos bien añadimos la salsa de tomate y dejamos pochar 3-5 minutos más, retiramos y reservamos. Precalentamos el horno a 180ºC calor arriba y abajo, mientras procederemos a preparar la bechamel. Cogemos un cazo, añadimos un chorrito de aceite de oliva y la nuez de mantequilla, una vez fundida la mantequilla añadimos la cucharada de harina y removemos está con una cuchara de madera o una varilla de teflón, con fuego medio. Cuando la harina esté cocinada, no quemada, iremos añadiendo la leche sin dejar de batir rápidamente, según valla esperando vamos añadiendo más leche, añadiremos leche hasta encontrar el punto de espesor deseado. Un minuto antes de retirar salpimentar y añadir la nuez moscada, retirar y reservar. Cogemos una fuente de horno y la pincelamos con aceite, ponemos las láminas en el fondo colocadas cubriendo toda la base, añadimos la mitad del preparado de carne y verduras, extendiendolo bien y cubriendo las láminas. Repartimos la mitad de la mozzarella en lonchas y añadimos una de las bolas de mozzarella desmenuzada y bien repartida, ponemos otra capa de láminas y echamos el resto de mezcla de carne, cubrimos de nuevo con las lonchas de mozzarella y mozzarella fresca desmenuzada y volvemos a cubrir todo con una última capa de láminas. Ahora os contaremos el truco de esta receta, hasta aquí posiblemente no habréis apreciado ninguna diferencia con otras recetas, pero no os hemos contado que las placas no es necesario ni cocerlas ni ponerlas a remojo, el truco es que la mezcla de carne tenga líquido y este cocinara la placa en el horno (si, sera suficiente no os preocupeis). Napamos (cubrimos) toda la superficie con la bechamel y la repartimos uniformemente sobre la superficie, añadimos el queso rallado, y la introducimos al horno. Dejaremos hornear 30 minutos aproximadamente o cuando esté doradita la bechamel y el queso esté fundido.