Bizcocho de plátano y caramelo
En esta receta os ofrecemos un rico bizcocho distinto y original, tanto a la vista como al paladar. La mezcla de ingredientes como la nuez que lleva en su interior, el plátano y el caramelo dejará un delicioso regusto en vuestro paladar. Por si no fuera suficiente, este bizcocho cuenta con un toque especiado. Un postre perfecto como merienda o sobremesa, que podemos acompañar en estas épocas veraniegas con una bola de helado de vainilla.
Ingredientes
Preparación
Cogemos un molde redondo o cuadrado, lo untamos con mantequilla o aceite y colocamos un papel de hornear que sobresalga por los laterales. Cogemos una sartén o un cazo, añadimos la mantequilla, cuando esta esté derretida añadimos el azúcar moreno. Vamos haciendo movimientos despacito con la sartén con cuidado de no salpicarnos, para que el azúcar se vaya disolviendo y que así se valla formando un caramelo. No recomendamos remover con cuchara u otro utensilio ya que el caramelo puede formar tropezones. Cuando el azúcar esté bien disuelto añadimos el caramelo al molde y repartimos bien la mezcla inclinando suavemente el molde. Pelamos los plátanos y los cortamos en rodajas e casi 1cm de grosor, lo colocamos las rodajas encima del caramelo siguiendo la forma del molde que utilicemos. Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Cogemos un bol añadimos la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar moreno y mezclamos bien con ayuda de unas varillas manuales hasta que este bien cremosa. Añadimos un huevo, lo incorporamos a la mezcla, añadimos el otro y lo incorporamos también, añadimos la harina integral y mezclamos bien. Añadimos huevos restantes, el extracto de vainilla, la harina con levadura, el bicarbonato y los mezclamos uniformemente, añadimos el jengibre, la canela y la melaza y removemos. Agregamos las nueces algo troceadas, removemos. Regamos los plátanos con un chorrito de licor de manzana y añadimos la mezcla del bizcocho por encima, dejando la superficie lo mas alisada posible. Horneamos a 180ºC durante 45-60 minutos, comprobando a partir de los 45 minutos con un palo de brocheta, el cual estar listo si sale seco y limpio. Retira del horno y dejar enfriar 5 minutos, no más, ya que el caramelo se os puede endurecer y sera difícil de desmoldar.