Masa Madre Principal

Masa Madre

Hay algo mágico en hacer masa madre, conectar de alguna manera con nuestros antepasados, volver a nuestros orígenes, otros ritmos los de la naturaleza donde los cosas toman su tiempo. Este mes he estado centrada en experimentar con la masa madre, seguro que muchos ya la conocéis, otros quizás habréis escuchado hablar de ella. Para los que no lo saben, la masa madre no deja de ser algo tan básico como un fermento compuesto de harina y agua, que no contiene ningún tipo de levadura añadida. Tradicionalmente ha servido para fermentar de manera natural, mucho antes de que existiera la levadura fresca o seca. En la propia harina encontramos infinidad de levaduras y bacterias, y son esta mismas las que provocan la fermentación de las masas de manera espontánea. Hay quien piensa que hacer masa madre en casa es un proceso complicado y que mantenerla necesita demasiada atención y tiempo, déjame decirte que nada más lejos de la realidad :). Antes de pasar a la receta he de decirte alguno de los beneficios de consumir pan de masa madre, la masa madre ayuda a eliminar los efectos de filatos, tanto el trigo como algunas legumbres han desarrollado un sistema que les permite asegurar su germinación. Los filatos no son otros que antinutrientes que lo que hacen es que no podamos absorber los minerales en estos alimentos, la fermentación láctica es decir la que está a cargo de la masa madre, rompe dichos filatos, haciendo que sus antinutrientes sean asimilables y así suele digerirse mejor, pues las bacterias predigieren el almidón. Además de mejorar el sabor, las bacterias de la masa madre nos ayudan a conservar el pan más tiempo, produce un pan más húmedo de corteza crujiente y mejor color. Si llegado hasta aquí no os he dado razones para experimentar y hacer vuestro propio pan, nada lo hará ;), yo por si acaso os dejo la receta.

Ingredientes

Harina de trigo
50 Gramos
Agua
50 Mililitros

Cocinado: 0 min
Preparación: 5 min
Raciones: 6
1 5,0

Preparación

Día 1: En un bote de vidrio añadimos 50 gr de Harina y 50 ml de Agua, removemos y tapamos. Dejaremos a temperatura ambiente hasta el dia siguiente

Día 2 y 3: Repetimos el mismo proceso

Día 4: Desechamos la mitad del contenido de nuestro tarro y añadimos 50 gr de Harina y 50 ml de Agua. Mezclamos, tapamos y dejamos reposar a temperatura ambiente hasta el día siguiente.

Día 5,6 y 7: Repetimos el proceso del día 4, el septimo dia tendremos lista nuestra masa madre

A continuación para mantener la masa madre viva, deberemos repetir este último paso todos los días, si este proceso nos parece tedioso, también podremos meter la masa madre en la nevera. Esto hará que no tengamos que estar alimentando continuamente y cuando lo queramos utilizar simplemente la tendremos que sacar de la nevera, la dejamos atemperar, vaciaremos parte de contenido y volveremos a refrescar con 50 gr de Harina y 50 ml de Agua, repitiendo este proceso durante 3 días a temperatura ambiente. Ejemplo si quieres hacer tu pan un sábado deberás sacar tu masa madre un miércoles, para poder activarla durante 3 días y el sábado tenerla lista.

En libros de pan que leído aconsejan comenzar la masa madre con Harina de Centeno, por lo menos los tres primeros días. En mi caso no la tenía a mano y he utilizado harina de trigo.

¿Que pasa si un dia te olvidas de refrescar tu masa madre? Verás que en la superficie aparecerá un líquido en la superficie, no te preocupes, vacía ese líquido y parte de la masa madre, y a continuación vuelve a refrescar la masa madre con harina y agua a partes iguales. Evita estos despistes si no quieres perder a tu masa madre.

Intenta hacer los refrescos más o menos a la misma hora, si comenzaste por la mañana intenta que sea siempre por la mañana.

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