Solomillo Wellington
Esta receta de solomillos Wellington son una manera maravillosa de degustar esta parte de cerdo, los solomillos son una de las partes mas blandas de la carne de cerdo. Esta pieza de carne suelen utilizarse para añadir a los bebés cuando estos comienzan a comer carnes, ya que es una pieza limpia de grasa pero que es muy blanda. El solomillo Wellington es una receta maravillosa porque combina lo jugoso del solomillo con el sabor de las salsa de champiñones portobello. Esta salsa se podría elaborar con muchas otras setas, pero los champiñones portobelo es una seta de cultivo que tenemos todo el año a un precio asequible y que combinan muy bien con el vino Oporto. Al envolver el solomillo y la salsa de champiñones en hojaldre e introducirlo en el horno, el solomillo wellington impregna del sabor de los jugos a ambos ingredientes.\nEste querido animalito como es el cerdo nos da muchos bocados suculentos, pero os podemos asegurar que el solomillo es uno de esos bocados selectos. Este músculo que en nuestro cuerpo suele causar tantos trastornos como son las lumbalgias y que sin embargo por otro lado nos da tantas satisfacciones cuando se trata de una buena pieza de carne puesta en nuestro platos. Es paradójico que algo que a tantas personas le causa tantas molestias durante toda su vida, sea una pieza tan valorada en la cocina. El cerdo solo tiene 2 solomillos y no suelen ser muy grandes, así que suele ser una pieza que se agota rápido en nuestras carnicerías, así que si os decidís a hacer nuestra receta os damos un consejo, encargar a vuestro carnicero con tiempo la cantidad de solomillo que necesitéis. No vaya a ser que se acabe y se os trunque la receta de nuestro solomillo wellington, #buenprovecho.
Ingredientes
Preparación
Cogemos una sartén y añadimos un chorrito de aceite de oliva y a fuego fuerte marcamos por ambos lados los solomillos, una vez listos lo salamos y a continuación retiramos y reservamos. Picamos las chalotas y los champiñones, y en la misma sartén que el solomillo sofreímos la chalota a fuego medio y añadiremos un poco de sal, si es necesario añadiremos un chorrito de aceite.
Cuando la chalota esté pochada añadimos el champiñón portobello, otro poco de sal y la nuez de mantequilla, y salteamos todo. Cuando los champiñones estén casi listos añadiremos el vino oporto y dejaremos evaporar el alcohol, y por último añadiremos la nata, añadimos la pimienta y removemos; añadiremos los jugos que hayan podido soltar los solomillos en el plato y dejaremos al fuego para que la salsa coja espesor, y reservaremos.
Disponemos las láminas de hojaldre sobre una superficie enharinada y hacemos unos círculos del doble del tamaño que nuestros solomillos, para ellos podremos utilizar un plato de postre como molde para recortar. Colocamos en el centro de nuestro círculo de hojaldre dos cucharadas de nuestra salsa de champiñones y justo encima colocaremos el medallón de solomillo.
Pintamos de huevo el borde del círculo de hojaldre y vamos plegando los bordes sobre el medallón de solomillos, para dejar el paquetito cerrado, colocaremos nuestros paquetitos sobre una bandeja de hornear con papel de hornear con el lado del cierre hacia abajo. Introducimos la bandeja en la nevera durante 15 minutos, tiempo que aprovecharemos para precalentar el horno a 200ºC. Transcurridos estos 15 minutos los retiraremos de la nevera, los pintaremos con huevo y les haremos 3 pequeños cortes en la parte superior para que respiren y los introduciremos en el horno durante 15 minutos aproximadamente o hasta que estén dorados.