Tarta de chocolate de San Valentín
Se acerca el día de San Valentín, así que nos adelantamos y felicitamos a todos los Valentines y Valentinas. El día de San Valentín para muchos es un día de quebraderos de cabeza, sin ningún significado en especial, nada más que el comercial. Cuántas veces habremos escuchado la frase de nuestras madres, con un típico: «Ese día es para que compréis, no hagáis caso, eso es para que compréis y gastéis. Lo que hay, es que quererse todos los días», y razones no les faltan, y más en los tiempos que corren. Más fríos que el propio invierno, donde no solo falta dinero, falta el cariño en la mirada de la gente, una sonrisa al dar un buenos días, aunque claro está que con un bolsillo vacío muchos ánimos no quedan. Pero como dice un dicho: «Hay que mirar el vaso y verlo medio lleno, no medio vacío» y lo positivo se contagia así que, a creérselo. Luego hay otra tipo de gente, los enamorados empedernidos, los que lo ven todo los días bonito pero San Valentín mucho más, como para reafirmar, vamos que todo es de color rojo, ¿Pero?¿Por qué tiene que ser rojo?. El amor también puede ser rosa, o azul, o verde o cualquier color que esté en la gama pastel, por que no, ¿De que color os gusta a vosotros que sea? y ¿qué tipo de personas sois, comerciales o románticos?. Por si acaso, nosotros os traemos esta tarta que se adapta a cualquiera de estos tipos, dulce para los que el bolsillo no les permite mostrar una sonrisa y romántica para esos que quieran sorprender a la pareja ese día. Esta tarta es una mezcla entre un brownie y una mousse y tiene la ventaja de que no lleva ningún tipo de impulsor ni harina, lo cual sacará doble sonrisa ya que los celíacos podrán disfrutarla. Feliz día de San Valentín y #buenprovecho
Ingredientes
Preparación
Empezaremos preparando un molde desmontable con forma de corazón, para ello tan solo tendréis que untar las paredes de mantequilla o margarina, enharinadas y colocar un papel de hornear en fondo para que sea más fácil desmoldar. Precalentamos el horno a 180ºC, cogemos un bol de cristal y añadimos la mantequilla y el chocolate, fundimos todo esto en el microondas en golpes de 30 segundos o menos para evitar que se queme y removiendo de cada vez, esto también lo podréis hacer al baño maría. Cuando esté listo lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente, mientras tanto separamos las yemas de las claras, montamos las claras a punto de nieve y cuando las tengamos listas añadimos el azúcar a las yemas y batimos esta mezcla hasta que esté espumosa y con un color pálido. Llegados a este momento y si el chocolate templado podemos ir añadiendolo a esta mezcla de yemas con movimientos circulares, agregamos también una pizca de sal y por último incorporamos las claras en dos veces con movimientos envolventes. Vertemos la mezcla en el molde e introducimos en el horno 30 minutos, retiramos del horno y dejamos enfriar en su totalidad. Para la decoración podéis utilizar unos cortapastas con forma de corazón sobre los que se espolvorea azúcar glass. Recomendamos acompañarla con un poco de nata montada y unas frambuesas